Fisico 02
Senderismo 02
Exposicion 02
Distancia
13.89 km
Duración
Desnivel positivo
761 m
Desnivel negativo
762 m
Desvío orientación . 100
Desvío
Desvío orientación . 100
Desvío
Punto panorámico . 100
Trincheras de Peña Morquera
Punto panorámico . 100
Vistas sobre la Peña Galicia
Terreno (sendero, sin sendero, roca, glaciar, rampa de nieve) . 100
Atención
Esta ruta es, sin duda, una de las más especulares. Quizás la casualidad u otros factores hayan hecho que en una misma ruta podamos ver: unas trincheras de la Guerra Civil, un bonito y recóndito pueblo, una ermita conocida en toda la provincia y, para finalizar, una majestuosa cascada. Esta ruta, que no dejará indiferente a nadie, también contiene algún punto en el que deberemos tener un especial cuidado, sobre todo en la parte alta de la cascada, donde tendremos que realizar un pequeño trepe para después bajar a la carretera a través de una zona con piedra suelta que nos puede causar algún traspié. Iniciaremos la marcha en el apeadero de Valdepielago. Antes de llegar a la localidad de Valdepielago, desde el apeadero, giraremos a la izquierda y tomaremos dirección La Mata de la Bérbula, justo en el punto donde podemos disfrutar de la espectacular fuente en forma de cascada. Continuaremos por la carretera poco más de medio kilómetro, momento en el que tomaremos un camino, dejando la carretera a nuestra izquierda y pasando al lado del cementerio. Ya siempre en ascenso, a estas alturas de la ruta ya nos sobra la “chaquetina”, y sin pérdida ninguna, llegaremos a Peña Morquera; aquí hay unas trincheras que podremos investigar y, con un ejercicio de imaginación, vislumbrar en nuestra mente los posicionamientos de ametralladoras y las piezas de artillería. Justo en el collado también divisaremos una señal del Camino Olvidado que nos señalará el camino hasta casi divisar Valdorria. Hablando del Camino Olvidado, también podremos aprovechar el “Feve” para realizar varios tramos de este recorrido, como haremos en la última ruta propuesta: desde Puente Almuhey hasta Cistierna. Caminaremos siguiendo las marcas de las flechas amarillas típicas del Camino de Santiago hasta casi el pueblo de Valdorria. Aquí el Camino Jacobeo seguirá dirección oeste y nosotros continuaremos sin desviarnos hasta el pueblo. Valdorria, pueblo famoso por su romería, la cual venera a San Froilán, patrón de la diócesis de León. Habitualmente el bar está abierto, así que se puede hacer aquí la parada correspondiente, y una vez hidratados, seguiremos la marcha hacia el bosque de las hadas, no sin antes hacer una visita a la ermita de San Froilán, en la que se dice que el santo puso a trabajar a un lobo por haberse comido al burro que cargaba con los materiales con los que se iban a construir la ermita. No entreteniéndonos mucho, seguiremos con nuestro camino hacia el bosque de las hadas; tomaremos el sendero que va paralelo al arroyo Valdecesar, el cual tendremos que cruzar varias veces y dependiendo de la época del año igual nos mojamos los pies. Este camino es espectacular, un bosque encajonado en un barranco, el cual seguiremos hasta estar situados justo encima justo de la cascada. Para poder seguir nuestro camino tendremos que hacer una trepada a nuestra izquierda. Aquí, aunque siendo fácil, se puede complicar si estuviera la roca húmeda. Después de esta pequeña escalada seguiremos siempre atentos al camino ya que lo que queda hasta la carretera será por terreno bastante suelto. Después de este tramo un poco más técnico haremosla visita obligada a la cascada y continuaremos por la carretera hasta el desvío hacia Montuerto, donde giraremos hacia la izquierda y así iremos en busca de un camino que sigue recto después de pasar el camping y el mítico chiringuito de Montuerto. Este camino nos llevará sin perdida ninguna hasta nuestro establecimiento colaborador y en el que podemos disfrutar del descanso del guerrero o guerrera. Si el día es fresco entra muy bien un caldín de trucha. Seguramente, después de probarlo subiréis más veces hasta Valdepielago, solo para tomar el caldo de trucha del Curueño, pescadas a caña con mosquitos hechos con plumas de gallos de La Vecilla, todo artesanal.
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