La décima ruta partirá de una de las cabeceras de comarca más famosas de la provincia: La Vecilla. Esta actividad es una ruta sencilla, tanto a nivel físico como a la hora de orientarnos. En todo momento estaremos viendo el pueblo de La Vecilla pero, como siempre, tendremos la aplicación Dersu para apoyarnos en la navegación por este terreno. El objetivo de esta ruta es la Peña del Rollo que, sin tener mucha altitud, sí que es una bonita atalaya desde donde divisar las cumbres y valles de la zona. Iniciando la ruta desde el apeadero, y justo frente a nosotros tenemos el punto de avituallamiento final: el bar las Hoces, un establecimiento muy bien decorado y con mejor comida. Desde aquí, el apeadero o el bar, caminaremos atravesando el pueblo hasta las Eras de La Vecilla, lugar recomendado para disfrutar en verano de un buen baño y relajarnos. Después del chiringuito giraremos a la izquierda hacia el mirador, nosotros continuaremos recto ya que seguro que tendremos mejores vistas desde la cumbre. A pocos metros del mirador tomaremos el camino que asciende en dirección oeste. El camino que sigue recto será nuestro camino de regreso. Seguiremos nuestro sendero hasta que conectemos con una pista que nos llevará directos y sin desviarnos hasta el Pico del Rollo. Como siempre, las vistas son espectaculares, pudiendo divisar desde aquí incluso Espigüete y Curavacas, dos de los colosos de la Cordillera Cantábrica, ya en la montaña palentina. Para el descenso seguiremos aproximadamente un kilómetro por la pista y entonces tomaremos un camino ancho que sale a nuestra derecha. Aquí tendremos que tener cuidado porque hay varios cruces, nosotros seguiremos el camino que va hacia el manantial de la Fuenfría y Valle Abajo. Siguiendo el arroyo que vierte sus aguas al río Curueño no tendremos pérdida. Esta parte de la ruta quizás sea la más bonita por la frondosidad del bosque y el sonido del agua cantarina que siempre acompañará nuestro camino. Cuando divisemos el río, tendremos que girar a la derecha, y desde aquí habremos llegado a La Vecilla de nuevo para acercarnos hasta nuestro punto de “avituallamiento”. Es momento de tomar una tapina del rico embutido que en este local tiene expuesto, sellar nuestra tarjeta y, si hemos seguido el orden, ya nos quedarán pocas rutas para completar los sellos de nuestra tarjeta del Desafío Hullero.

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