El macizo montañoso de la Sierra de Grazalema, es en su práctica totalidad de carácter calizo. Este tipo de roca es muy permeable al agua, por lo que las aguas de lluvia, penetran rápidamente en el terreno, de modo que son pocos los ríos o arroyos que lleven agua durante mucho tiempo. Pero si elegimos bien el momento, podemos descubrir como el hombre, a lo largo de la historia ha sabido aprovechar las fuentes naturales que afloran de vez en cuando a la superficie. Esta ruta propone un paseo para ver algunas de estas fuentes y los antiguos cortijos que las aprovechaban, todo ello en el formidable entorno de esta sierra. Es un recorrido bastante cómodo, pero deberemos prestar atención a la orientación, sobre todo al elegir el camino de retorno desde Casa Dornajo. En el cruce de los arroyos, en época de lluvias copiosas, habrá que prestar atención, pues no hay ninguna obra que facilite el cruzarlos, salvo algunas piedras.

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