Fisico 04
Senderismo 02
Exposicion 02
Distancia
26.33 km
Duración
Desnivel positivo
2219 m
Desnivel negativo
1841 m
Punto múltiple . 100
La Pobla de Benifassá
Desvío orientación . 100
Dejamos la senda
Terreno (sendero, sin sendero, roca, glaciar, rampa de nieve) . 100
Bajada pronunciada
Terreno (sendero, sin sendero, roca, glaciar, rampa de nieve) . 100
Dejamos la pista
Punto de control . 100
El Ballestar
Esta es una etapa de La Ruta dels 7 Pobles de la Tinença de Benifassá. Puedes encontrar toda la información y realizar tu reserva en: 7pobles.com. Los textos y fotos pertenecen a Eliseu T. Climent. Una nueva etapa exigente. Con las piernas todavía adormiladas, salvamos de golpe los 350 metros de desnivel que nos separan de la parte superior de la sierra de la Creu. Algunos pensarán que para llegar al Bellestar esta subida es gratuita. Nada más lejos de esto: la cota alta de la sierra conforma un mirador de primer orden sobre el valle que riega el río Verd. Se asientan la Pobla de Benifassà y el Bellestar rodeados de una retícula de campos de secano. Nos incorporamos al valle del río Verd y fluimos con él. Sus aguas pronto serán embalsadas por el pantano de Ulldecona, que bordearemos por su flanco meridional, hasta el Molino el Abad. La instalación, junto a la carretera, ofrece un restaurante y un tentador hotel de montaña. Remontamos durante dos kilómetros la pista del barranco de la Fou, anegado por el citado embalse. La vía, llana, es transitada, sobre todo durante los fines de semana. Nos fugamos por una secundaria, al final de la cual se inicia el camino que da acceso a uno de los espacios más bellos y con más carácter de la Ruta de los 7 Pobles de la Tinença de Benifassà: el Portell de l’Infern. El nombre lo dice todo: se trata de un paso entre la roca, una rendija magistral que ha permitido tradicionalmente comunicar a Fredes con la llanura y el litoral. Una vez atravesado, penetramos en un universo mineral majestuoso y un punto catedralicio. Pasamos al pie de paredes extraplomadas y abrigos naturales que conservan permanentemente la humedad y la frescura de la tierra. Caminamos suspendidos por encima del barranco de la Tenalla, al que nos sumergiremos por un sendero dentro del bosque que desciende con tramos de fuerte pendiente y algunas lazadas. Al fondo del barranco y en unos minutos llegamos a otro highlight de la ruta: el Salt de Robert. El lugar, cerrado, recogidísimo, alberga una cascada de considerables dimensiones, especialmente si la lluvia ha hecho acto de presencia los días anteriores a nuestro paso. Somos (o al menos es la sensación que tenemos) náufragos en el centro de la Tierra. Ahora, sólo queda salir de nuevo a la superficie. La tarea no será fácil. Un camino remonta decidido hacia Fredes. El bosque está cerrado y húmedo; la luz, tenue, casi una penumbra. Ganamos desnivel a cada paso, con una pendiente que pone a prueba nuestra capacidad pulmonar. Y llegados a la cota superior, la tónica se suaviza. A la salida del bosque, Fredes, en medio de un relativa verdor.
Senderismo