Esta novena ruta quizás sea una de las más bonitas de todas las propuestas. Es verdad que no es la ruta con la cumbre más alta, pero posee una mezcla de varios factores que hacen de este trayecto sea un compendio de elementos con entidad propia. Podemos disfrutar de sendero con características alpinas, como es la cuerda de Peña Galicia, de bosques de robles, de praderías y como no, de la visita a unos de los pueblos más bonitos de la provincia de León, Correcillas, que aunque hoy en día se accede por Villafeide sigue perteneciendo al ayuntamiento de Valdepiélago, ya que antiguamente se accedía por otras rutas de acceso ya que no era posible hacerlo por donde hoy en día es el camino habitual. Como cada jornada de este Desafío Hullero, partiremos de un apeadero. En este caso, el de Aviados. Este apeadero está algo alejado del pueblo, pero ya que todavía las energías están aún intactas a esta hora no debe suponer más que un calentamiento para afrontar la ruta con garantías. Caminaremos hasta la bonita y cuidada fuente que tiene el pueblo, y después de cargar agua, nos dirigiremos hacia la zona de escalada; ese muro de roca caliza que veremos al fondo del pueblo, donde seguramente haya comenzado sus conocimientos de escalada medio León, y que gracias al tren nos permitía acercarnos a esta localidad sin tener todavía carnet de conducir. Dejando la zona de escalada a la izquierda, lado donde también tenemos otra fuente algo escondida, comenzaremos esta ruta por el camino ancho que cruza entre dos bloques calizos. Continuaremos dirección norte por un camino ancho en ligero ascenso. La traza del camino al inicio clara, se irá estrechando y empinando cada vez más hasta encajonarse entre dos muros de roca. Justo después de pasar este estrechamiento, giraremos a la derecha en la Fuente de la Blancas, para afrontar la última parte del ascenso sin descanso. Por momentos, incluso el caminar se hará difícil por la piedra suelta y porque caminaremos sensiblemente en diagonal a la pendiente, sin perder los jitos existentes que nos marcarán la dirección. Una de las razones que da sentido el “vicio” de sufrir es la recompensa de llegar a la cima y disfrutar de las maravillosas vistas. En este caso, observaremos cumbres como Cueto Ancino, Valdorria y Polvoreda, incluso en la lejanía podremos observar Peña Ubiña, quizá nuestro próximo objetivo. Después de haber descansado, comido y gozado con las vistas, volveremos de nuevo hacia el valle, donde buscaremos un camino que sale al norte y que nos conectará con otro más ancho que va hacia el pueblo de Correcillas. Antes de coger este camino podremos desviarnos hacia la cueva del Gobio y recargar agua. A unos pocos cientos de metros ya habremos llegado a Correcillas, un pueblo pequeño y encantador, donde se ha mantenido la arquitectura tradicional. Desde Correcillas tomaremos una pista dejando la carretera a nuestra derecha. Esta pista nos llevará hasta Aviados sin tener que desviarnos. En 6 km habremos acabado nuestra jornada. Este último tramo no implica ninguna complicación técnica o exigencia física elevada; nada más que un agradable paseo por un bosque de robles, siguiendo un camino ancho y sin pérdida.

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