Con frecuencia, en nuestras actividades montañeras puedes encontrarte con un protagonista bastante incómodo y condicionante: el viento. En estas líneas vamos a ver cómo nos afecta y qué podemos hacer para minimizar sus efectos.
Según la temperatura: en general, el viento hará que aumente la sensación de frío, ya que se evapora la humedad de la piel y esto acelera la pérdida de calor del cuerpo.
Según su velocidad: cuanto mayor sea la velocidad del viento, más efecto tendrá.
Por esta razón, a la hora de planificar la actividad, es más importante consultar la sensación térmica que la de temperatura, ya que será, de manera aproximada, la que sintamos durante nuestra salida.
Por ejemplo: si el viento viene a unos 40km/h y estamos a +5ºC, la sensación térmica sería de unos -10ºC. Nunca subestimes el efecto del viento sobre el frío
Además de la velocidad, tendrás que tener en cuenta la dirección que lleva y si es constante o racheado, y por supuesto, considerando el terreno en el que te vas a mover.
Con estas velocidades de referencia, puedes hacerte mejor a la idea de cómo afectará el viento en tu actividad:
Será una brisa que no tiene por qué incomodar ni condicionar la salida.
Empiezan los vientos molestos que ya pueden condicionar la actividad. Empieza a afectar considerablemente en la sensación térmica y puede afectarnos, sobre todo en invierno.
Este es el umbral que debe hacernos “saltar la alarma”, sobre todo si vamos a hacer alguna actividad en terreno técnico y zonas expuestas, porque nos hará progresar más lentamente, puede provocarnos desequilibrios y dificultar el uso de objetos como el mapa.
A partir de estas velocidades existen alertas establecidas:
Con estos vientos se hace complicada la progresión y disminuye considerablemente la visibilidad (tendremos que agacharnos y cubrirnos para caminar).
En esta situación se pueden mover piedras y romper ramas, por lo que hay que evitar exponerse a laderas no resguardadas, bosques, zonas de desprendimientos, etc.
Con esta velocidad estamos en una situación en la que se hace prácticamente imposible caminar y pueden producirse arrancamiento de árboles, etc.
Está completamente desaconsejado cualquier actividad al aire libre con estas condiciones.
Estos vientos que pueden levantar a una persona del suelo. Pueden arrancar objetos de gran envergadura como tejados etc.
Consultar el comportamiento del viento (velocidad media y rachas) en las diferentes franjas de altura por las que vamos a transitar.
Hay que tener en cuenta que en montaña, la velocidad es muy variable según el relieve.
En zonas expuestas como cumbres, collados o estrechamientos tipo canales, los vientos son generalmente mucho más fuertes (pueden duplicarse) que en zonas protegidas o en fondos de valle.
Llevar suficiente ropa de abrigo y una prenda cortavientos o impermeable que aísle del viento, para contrarrestar la sensación de frío.
Transitar por zonas protegidas o bajar de cota en caso de que el viento condicione nuestra progresión.
Utilizar los bastones puede ayudarnos a mantener el equilibrio.