Durante la ruta tendrás presente en todo momento la idea de darse la vuelta. No completar una ruta no es ningún fracaso, pero sufrir o hacernos daño sin necesidad, sí puede serlo.
Si vas a hacer una ruta circular, identifica el punto de no retorno durante la planificación, te ayudará a valorar si prefieres continuar visualizando lo que queda o si es mejor dar la vuelta por el terreno que has venido y ya conoces.
Vigila también los tiempos, el que llevas caminando y el que tenías planificado, contrástalo con el parte de meteo y el estado en el que os encontráis todas las personas del grupo. Utiliza esa información para tomar tu decisión.
Si alguna persona no va bien, no estamos cumpliendo los horarios o vemos que la ruta se complica, es mejor dar la vuelta que sobre-esforzarnos.
Si decides volver, evita tomar atajos improvisados, te puede meter en líos inesperados.
Ten presente que el exceso de confianza es uno de los principales motivos de accidentes, así que no te preocupes y recuerda que siempre podrás volver otro día, la montaña te seguirá esperando.