El calzado para actividades de montaña es tan variado como las actividades que puedes realizar en el medio natural. Resulta de especial importancia una elección correcta del calzado en función de la actividad a la que dediques tu tiempo en la naturaleza.
Cada situación necesita de un calzado adecuado, esto no quiere decir que necesites uno diferente para cada día. En el mercado puedes encontrar botas o zapatillas polivalentes y que se adaptan a varias situaciones o necesidades.
El calzado de montaña que elijas ha de tener un equilibrio entre:
Comodidad - Protección - Seguridad
¿Bota o zapatilla?
Dependerá mucho del tipo de terreno que te vas a encontrar en tus salidas.
La zapatilla solamente es recomendable si lo que vas a realizar son senderos de baja o media montaña, sin tramos técnicos y con un firme regular, en caso contrario te recomendamos utilizar una bota.
Fíjate siempre:
Si llevan (o no) membrana impermeable.
Presta especial atención al agarre de la suela.
Bota Flexible:
Ligera y con suela flexible, son ideales para senderismo, trekking y ascensiones sencillas.
Bota Semi-rígida:
Con una suela más rígida que las botas flexibles, en un principio te pueden resultar menos confortables, pero consiguen un buen equilibrio entre flexión y rigidez que te va a resultar de gran ayuda en terrenos más técnicos.
Es tu elección perfecta si las actividades a las que dedicas tu tiempo son: ascensiones estivales, escalada de aristas, tramos de nieve, trekking de varios días en terreno técnico.
Bota Rígida:
El uso de este tipo de bota está reservado únicamente a la escalada invernal, escalada en hielo, escalada técnica vertical, ascensiones a montañas altas en Alpes u otras cordilleras.
En caso de no ser estas algunas de tus actividades, mejor no las elijas para tu opción de compra.