La manta térmica, también conocida como manta de emergencias o de supervivencia es un elemento muy valioso que no puede faltar en tu botiquín de montaña. Se trata de un plástico fino aluminizado con una cara dorada y otra plateada que sirve principalmente para ayudarnos a regular la temperatura corporal protegiéndonos en momentos de apuro tanto del frío como del calor. Es importante tener en cuenta que la manta de supervivencia es un elemento de prevención y aislamiento que ayuda a evitar la hipotermia o el golpe de calor cuando los síntomas son tempranos y leves. En ningún caso puede revertir los síntomas cuando son severos.
Para entender cómo utilizarla, debemos primero comprender la función de sus dos caras:
- El lado plateado de la manta refleja la luz y el calor, es decir, produce un “efecto espejo” sobre la radiación.
- El lado dorado absorbe la luz y el calor, lo que significa que “capta” la radiación.
Así pues, dependiendo del caso en el que nos encontremos utilizaremos la manta térmica de diferente manera:
- Para evitar la pérdida de temperatura corporal y prevenir la hipotermia: Abrigaras a la víctima, la aislaras del suelo y la envolveras (de cabeza a pies) con la manta, colocando el lado plateado hacia dentro (en contacto con la ropa), lo más ceñida posible e intentando cerrarla para que entre el mínimo aire posible. De esta manera, la manta evita que se escape el calor corporal y en caso de estar al sol, capta algo de calor exterior. Para aumentar la temperatura de la persona, podrías además, encender una pequeña vela dentro de la manta térmica.
- Para proteger de temperatura elevada y evitar/reducir los efectos del golpe de calor: si es posible, pondrás a la víctima a la sombra y la cubrirás con la manta isotérmica de cabeza a pies dejando la cara plateada hacia el exterior. En este caso dejaremos algo de holgura para que circule el aire. En este caso la manta reflejará la radiación solar hacia fuera como lo hacen los parasoles de los vehículos.
Como vemos, la manta de supervivencia es un elemento que puede evitar problemas graves (incluso salvarnos la vida) siendo además un artículo ligero, que ocupa poco y que además es barato, por lo que debemos incorporarlo como “imprescindible” en nuestra mochila.
Extra: Hay que tener en cuenta que las mantas térmicas tienen caducidad ya que con el tiempo el material se estropea y pierde el color y las propiedades de las que hemos hablado (el material se “deshace”), por lo que periódicamente hay que revisar su estado.