Si tienes perro y te gusta la naturaleza, seguro que no se te ocurre lanzarte al monte sin tu peludo. Como siempre, planificar la actividad teniendo en cuenta a tu compañía será la clave para que el senderismo con perros sea un éxito (como siempre 😉 ).
En Dersu siempre decimos que es mejor disfrutar de la naturaleza en compañía. Si esa compañía tiene 4 patas, se pone feliz como una perdiz cuando intuye que toca excursión al monte, corre por los caminos como si no hubiera un mañana, se baña en las pozas y ríos cual nutria y te mira con ojos felices por haberle regalado esos momentos, tu experiencia en la montaña y en la vida seguro que es mucho más reconfortante.
Como siempre decimos, la planificación de una ruta es fundamental para que el día sea disfrutón y no un infierno. Ten en cuenta el nivel de la ruta, los kilómetros, la duración, las condiciones del terreno, la meteo o el material que necesitas. Es mejor salir pronto para evitar las horas centrales de calor y la masificación si es una ruta muy transitada.
Evita las excursiones que tengan tramos inaccesibles o demasiado expuestos para nuestros amigos de cuatro patas: solo conseguiremos ir más pendientes de ellos que de disfrutar del paisaje.
De la misma forma que cuando planificamos una ruta con Dersu, nos fijamos en el nivel físico, técnico o de exposición de la ruta, para saber si podremos hacerla, cuando vamos con nuestro perro debemos tener en cuenta sus condiciones físicas o su edad.
Todos conocemos a nuestros peludos y sabemos lo que aguantan corriendo o caminando, así que mejor no ponerlos en un aprieto.
El calor es lo que más puede afectar a nuestro perro a la hora de hacer una ruta por el monte. Seguramente soporte mejor el frío o la lluvia que tú, pero los golpes de calor son peligrosos. Si hace calor, elige una ruta con sombra y a ser posible que pase por sitios con agua donde tu perro pueda beber y refrescarse.
Además de llevar agua para ti, no olvides coger agua para él. Si la ruta va a ser muy larga (más de 10 horas) coge también algo de comida para que tu perro reponga fuerzas.
Este es un tema peliagudo. Salgo al monte con mi perro y quiero que corra libre y feliz sin correa. Pero, (sintiéndolo mucho) esto no siempre es posible.
Hay que recordar que el monte es de todos, y lo compartimos con ciclistas, pastores, recolectores e incluso cazadores (sí…).
Los espacios naturales protegidos o los cotos de caza son espacios en los que nuestros perros deberán ir atados e incluso no podrán acceder. Lo mejor es informarte de la legislación de cada lugar antes de ir, si no quieres llevarte ningún susto.
Además, cuando el terreno está más expuesto te aconsejamos llevarlo atado para mayor seguridad. Al final, como todo en la vida, lo mejor es aplicar un poco de sentido común: si tu perro es obediente y no se despega de ti, podrás llevarlo suelto en ciertos sitios con total seguridad. Si por el contrario, está más interesado en perseguir bichos varios, mejor tenerlo controlado.
Siempre insistimos en la necesidad de llevar nuestro botiquín básico cuando salimos al monte. ¿Por qué no llevar algo para nuestro perro también? Con coger algunas gasas, un antiséptico, unas pinzas y una venda por si se hace alguna herida, sería suficiente. Una manta térmica también puede ser útil para ambos. No olvides llevar bolsas para recoger sus cacas y mantener limpio el entorno.
Debes controlar durante el transcurso de la ruta que tu perro se encuentre bien. Si ves que se tumba muy a menudo o que jadea demasiado, quizá hayas elegido una ruta demasiado dura. Además, ten en cuenta que el recorrido siempre es de ida y vuelta.
Hemos venido a pasarlo bien ¿no?